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Que Warren Ellis es un escritor diferente no le cabe duda a nadie. Que es bocazas, tampoco. Por lo menos, para los que leemos con asiduidad lo que dice en los muchos sitios de internet en los que publica. Pero tiene una forma de contar historias que, particularmente, me encanta. Entre sus últimas rarezas se encuentra este Tokyo Storm Warning. Una de las muchas series limitadas del inglés que actualmente está editando DC Comics en varios de sus sellos. Es puro divertimento. No hay tregua. Tras un prólogo de 5 páginas, en el que vemos la explosión de una bomba atómica en 1945, pasamos al presente. O a algo muy parecido al presente. Una pelirroja americana llega al moderno Tokyo y allí se dirige, sin pausa para asearse ni nada, a las instalaciones de Tokyo Storm, una institución que vigila la bahía japonesa. En una breve conversación durante el viaje, nos enteramos que en la sede central se encuentran los "arcángeles", algo que súbitamente apareció un día en la playa de la capital nipona. Son máquinas, suponemos que enormes. Son extraterrestres, y los japoneses han tardado mucho en comprender cómo funcionan. Qué listos y capaces que son estos japoneses. Es lo que los sabios en cultura manga conocen como mechas (no soy ni mucho menos experto, pero si no me equivoco son robots grandes pilotados por personas, tipo Mazinger Z; y es que soy demasiado mayor...). Los guiños de Ellis son fantásticos. Aunque sea un trabajo alimenticio y hecho en un rato, no puede evitar dejar lindezas por todos lados. La chica le ofrece la mano al jefe de las instalaciones nada más llegar, Y LE DA LA IZQUIERDA. ¿Habrá pensado el inglés que los americanos son tontos y se creen que en oriente la gente se saluda así? Nooo... Primera gran broma. Luego sale un enorme monstruo de muchas cabezas y muchos colorines que es una mezcla de todos los enemigos de gomaespuma contra los que hemos visto pelearse a Godzilla en las clásicas películas japonesas. Nada tiene sentido. Todo ocurre deprisa. No hay explicaciones. No hay sentidos ocultos ni puzzles complicados. Sólo acción. Robots grandes pegándose con monstruos grandes y destruyendo Tokyo. Diversión de la buena, de la mejor. Luego están los dibujos, con muchas rayas (demasiadas, a mi gusto). Un chico, James Raiz, que dibuja mucho mejor las máquinas que las personas. Tampoco es muy importante, ya que los personajes se van a pasar el tebeo metidos en trajes y en enormes robots con muchos accesiorios. Los colores son bastante terribles. Creo que Ellis no ha llegado a ver las pruebas. Si hubiera sido así, no habría salido el tebeo de la imprenta. ¿Alguien ha visto alguna vez una casa morada, al lado de una turquesa, junto a una gris, frente a un edificio naranja oscuro? Noooo. Creo que por eso las historias que escribe para Jacen Burrows en Avatar son en blanco y negro.
Celestino Lopez
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